La leyenda de la
mano izquierda
De las dos manos
que poseen la mayoría de las personas, es la izquierda la más castigada.
Mientras que a la derecha se la llama “diestra”, la mano izquierda carga con el
sinónimo de “siniestra”, o, lo que es lo mismo, mal intencionada. Diestros
serían los hábiles, los capaces. Siniestros los torvos o funestos.
Lo que es recto
es derecho, por añadidura, lo torcido es lo izquierdo. Los leales vienen por
derecho, los arteros te llegan por la izquierda. Pero ¿cuál es el origen de la
mala fama de la mano izquierda?
Cuenta una
leyenda que los godos del centro europeo adoraban una deidad llamada Dextor.
Este dios bueno poseía sólo un brazo que terminaba en una perfecta mano
derecha. Dextor fue el creador de los hombres bondadosos, sabios y prudentes.
Un día,
aprovechando el descanso del honorable dios, su enemigo Ixper, un ser
abominable y no menos poderoso, poseedor también de un único brazo que, como un
envidioso espejo, culminaba en una perversa mano izquierda, decidió crear los
hombres malos.
Fue así que los
godos interpretaron que buenas eran aquellas personas que resultaban hábiles
con su mano derecha y malignas las aptas con la extremidad izquierda. Cada una,
imagen o reflejo de su creador.
Los pobladores
ataban a los zurdos esta mano a fin de desarrollar aptitudes en la derecha. De
lograrlo eran perdonados, de no, era mutilada la extremidad, génesis de la
maldad y arrojada de sus cuerpos (las leyendas, en general, cargan su cuota de
crueldad).
La
discriminación y el prejuicio contra los zurdos se extendió velozmente, y
comenzaron a ser perseguidos en distintas regiones y épocas. Los diestros
obligaron a que la escritura fuera de izquierda a derecha, por lo que los
zurdos vieron su mano mancharse una y otra vez de tinta china.
Las guitarras,
pianos y varios instrumentos musicales; las máquinas de coser; las roscas de
frascos; los primeros palos de golf; las tijeras; las puertas giratorias; las
tarjetas magnéticas y las ranuras de los cospeles en el subterráneo; etc,
constituyeron y constituyen, aún en nuestros días, resabios de la leyenda goda.
Los zurdos han
sido perseguidos: Mc Carthy en EEUU, dictadores varios en latino América. Otra leyenda dice que los republicanos,
socialistas y progresistas varios deben su mote de partidos de izquierda a que
Marx era, indiscutiblemente, zurdo. Por otra parte se cree que Stalin se hacía
el hábil con la mano izquierda mientras se encontraba en público, pero a
escondidas utilizaba la mano derecha, miembro realmente apto desde su
nacimiento.
Puede decirse
que los diestros alcanzaron su hora más gloriosa el 10 de Diciembre de 1948,
proclamado el “día de los derechos humanos”, lo que equivaldría a decir que los
izquierdos son inhumanos.
Toda esta ignominia
por izquierda debe su origen a la derecha de ese dios godo, falsamente
legendario.
Sin
embargo, los argentinos y el mundo supimos, allá por 1986, en un partido, por
un mundial de futbol, entre argentina e Inglaterra, que la mano de Dios, contra
toda suposición, era la izquierda.(No se quien es el autor, si alguien me lo dice, lo escribo).
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