DESIDERATA
Iglesia Saint Paul – Baltimore (1693)
Camina
plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en
el silencio.
En cuanto
sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad en una manera serena y clara; y escucha a los demás, incluso
al torpe e ignorante; también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a
las personas ruidosas y agresivas, pués son un fastidio para el espíritu. Si te
comparas con los demás, te volverás vano y amargado; pues siempre habrá personas más grandes y más
pequeñas que tú.
Disfruta de
tus éxitos lo miso que de tus planes. Mantén el
interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un verdadero
tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en
tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños. Más no dejes que esto te
vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan
por alcanzar nobles ideales. La vida está llena de heroísmo.
Sé sincero
contigo mismo, en especial no finjas el afecto y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.
Acata
dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la
juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja en las
adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad; sobre
una sana disciplina, se benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos
que las plantas y las estrellas; tienes derecho a existir, y sea que te resulte
claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera; por eso debes estar
en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de El, y sean cualesquiera tus
trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión
de la vida, aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso.
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