domingo, 2 de febrero de 2014

"El juego de los escondidos"

                                 Los escondidos
Comentan que una vez se reunieron los sentimientos y las cualidades del hombre. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: “¿vamos a jugar a los escondidos…?” La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó: “¿A los escondidos…y cómo es eso…?”;  “es un juego”, explico la locura, “en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras tanto ustedes se esconden, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego…!”
El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA; la ALEGRIA dio tantos saltos que termino por convencer a la DUDA, e incluso a la APATIA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar… La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué…? Si al final siempre la hallaban;  la SOBERBIA opino que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella); y la COBARDIA prefirió no arriesgarse.
“Uno, dos, tres…” comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba, le parecía maravilloso para que alguno de sus amigos se ocultara…
¿Qué si un lago cristalino…? Ideal para la BELLEZA !
¿Qué si la hendija de un árbol…? Perfecto para la TIMIDEZ !
¿Qué si una ráfaga de viento…? Magnifico para la LIBERTAD; así, la generosidad terminó por esconderse en un rayito de sol.
El EGOISMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo… pero sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo del océano              ( ¡mentira ! en realidad se escondió detrás del arco iris). La PASION y el DESEO se escondieron en el centro de los volcanes.
El OLVIDO… se me olvidó donde se escondió, pero eso no es lo más importante.
Cuando la locura contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio donde esconderse, pues todo se encontraba ocupado… Hasta que divisó un rosal… y enternecido, decidió esconderse entre sus  flores.
La primera en aparecer, fue la Pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología.
A la Pasión y el Deseo los sintió en la vibración de los volcanes. En un descuido, encontró a la Envidia y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.
Al EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el solito salió disparado desde su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar, la locura sintió sed y al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA y con la DUDA, resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos… al TALENTO entre la hierba fresca, a la ANGUSTIA en una oscura cueva, a la MENTIRA detrás del arco iris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano…) y hasta al OLVIDO, que ya había olvidado que estaba jugando a los escondidos… pero sólo el AMOR no aparecía por ningún lado. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas… y cuando estaba dándose por vencida, divisó un rosal y las rosas. Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, rogó,  imploró, pidió perdón y hasta le prometió ser su lazarillo…
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra:

       El amor es ciego y la locura… ¡Siempre lo acompaña!  

(No conozco el autor, si alguien me lo dice, lo escribo...)

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